Cómo sobrevivir a tu propio asesinato de Danielle Valentine

Reseña sin spoilers

Menudo título, ¿eh? O sea, si lo ves en una librería no lo coges, lo secuestras. Kristen Perrin se marca aquí un cozy mystery con premisa de diez: Frances, cuando era teen en los 60, recibe de una pitonisa el spoiler definitivo —“vas a morir asesinada”— y se pasa los siguientes 60 años con paranoia nivel FBI. ¿Y qué pasa? Pues que efectivamente aparece muerta, y encima deja un testamento en plan reality show: quien resuelva su asesinato se lleva la herencia. Netflix, toma nota.

El arranque engancha muchísimo: feria retro, profecía mal rollera, desaparición de la mejor amiga… todo muy Puñales por la espalda meets Miss Marple. El rollo pueblito inglés con vecinos más turbios que un té olvidado en la encimera funciona genial. Frances, la gran ausente, es la que de verdad brilla; sus diarios adolescentes tienen más vidilla que muchos personajes vivos. Annie, la sobrina-detective improvisada, cae bien, pero le falta ese punch detectivesco que te hace gritar “icónica”.

«Herencia, secretos y un pueblo lleno de vecinos turbios: un cozy mystery con aire a reality show.»

¿Problema? Pues que a ratos hay más nombres que en una cena de Nochebuena, y te pierdes fácil. Y el final… meh, más lucecita LED que fuegos artificiales. Se disfruta, sí, pero yo esperaba un boom más gordo con tanto secretito y pista flotando por ahí.

En resumen: lectura súper entretenida, con testamentos venenosos, herederos en plan “Gran Hermano del crimen” y un aire juguetón que te mantiene enganchada. Eso sí: no esperes un Agatha Christie resucitada, que luego vienen los lloros.

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