Resolvemos asesinatos de Richard Osman

Reseña sin spoilers

Richard Osman ha vuelto… y esta vez con serie nueva bajo el brazo.
Aviso para navegantes: a mí este autor a veces se me hace un poco bola (lo confieso sin pudor), pero con esta entrega me lo he pasado muchísimo mejor de lo esperado.

La premisa es puro entretenimiento británico:

Steve Wheeler → ex inspector de policía, viudo, adicto al pub quiz y al gato que se llama Trouble.

Amy Wheeler → su nuera (sí, NUERA), guardaespaldas profesional, fría como un témpano y más lista que el hambre.

Y Rosie D’Antonio → una autora de thrillers octogenaria con más carácter que todos los demás juntos (mi nueva religión).

«Un cóctel de humor británico, jet privados y un gato llamado Trouble: puro entretenimiento.»

Cuando empiezan a aparecer influencers muertos allá por donde pasa Amy, queda bastante claro que alguien está intentando colgárselo a ella.
Lo que empieza como “un trabajillo de protección” termina convirtiéndose en una locura internacional con jet privados, sicarios, chefs ex-seals, identidades falsas, juegos de lógica y situaciones tan absurdas que te sorprendes riéndote en voz alta.

¿El misterio en sí? Funciona, pero lo mejor no es el “quién”, sino el cómo lo van descubriendo Steve y Amy (con Rosie disfrutando como una niña pequeña en medio del caos).

¿Demasiados personajes secundarios? Sí.
¿Alguna caída de ritmo por exceso de tramas? También.
¿Aun así me lo he pasado bomba y quiero el segundo? SIN DUDA.

Es justo el tipo de novela que leo cuando quiero desconectar: inteligente, bien escrita y con un sentido del humor que no te trata como idiota

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