La profesora de Freida McFadden

Reseña sin spoilers

La novela arranca con un prólogo que ya te deja sin aliento: un cadáver, una pala, un secreto. Desde ese primer momento sabes que vas a entrar en terreno turbio y lleno de trampas. Y sí, Freida vuelve a hacer lo suyo: giros locos, personajes sospechosos y un final que te pilla totalmente a contrapié.

Eve parece llevar una vida normal —profesora de matemáticas, casada, con su rutina de siempre— pero detrás de esa fachada tranquila late un polvorín. Addie, la alumna problemática en el centro de un escándalo reciente, es el espejo incómodo donde empiezan a reflejarse todas las mentiras. Y el gran juego de McFadden aquí es que nadie es fiable: ni Eve, ni Addie, ni las voces que circulan por el instituto.

«La profesora es un thriller de pasillo escolar convertido en un festival de giros.»

Lo que más me enganchó fue esa atmósfera venenosa de secretos y rumores de pasillo. Y la velocidad: capítulos cortos, ritmo de tren bala, revelaciones que caen una tras otra hasta que ya no sabes a quién creer. Sí aviso: hay escenas duras y temas incómodos, que la autora usa para empujar la tensión hasta el límite.

No diré que sea el más fino de Freida, pero sí de los más adictivos. Lo leí en dos sentadas y terminé con esa sensación de haber estado en una montaña rusa oscura, incómoda y divertidísima.

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