Cover of Middle of the Night by Riley Sager


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Información del libro

Middle of the Night de Riley Sager

Reseña sin spoilers

Te voy avisando: esto no es el típico “thriller con susto cada tres páginas”. Es otra cosa.
Lo empecé pensando que iba a encontrar desapariciones, giros locos y sustos gratuitos… y me encontré con una carta emocional a la infancia, envuelta en misterio.

mi reseña

Ethan vuelve al barrio donde desapareció su mejor amigo cuando eran críos (sí, rollo “pijamada inocente que se convierte en trauma vital”). Él estaba durmiendo en la misma tienda de campaña, se despierta… y Billy se ha esfumado del mundo. Treinta años después tiene insomnio, culpa, matrimonio tambaleando y cero respuestas. Y lo peor: vuelven las señales. El balón en el jardín. Las luces que parpadean por la noche. Como si Billy estuviera intentando decirle algo desde el otro lado del tiempo.

«Más que un thriller, es una carta fantasma a la infancia: nostalgia, culpa y misterio a medianoche.»

La parte que más me tocó fue esa sensación de bucle emocional, como si el barrio fuera una especie de trampa que no te deja marchar hasta que afrontas todo lo que pasó. La novela juega con lo paranormal, pero en modo “¿esto está pasando o es mi cerebro roto?”, y eso le da un ambiente rarísimo que funciona muy bien.

No es el libro más espectacular de Sager (no hay mega-twist de levantar las cejas), pero sí el más personal, triste y melancólico. Hay escenas que me pillaron en el sofá con el té en la mano y me dejaron con un nudo porque me recordaron a mis propias amistades de infancia (sí, Phil Collins en mi cabeza incluido).

¿Asusta? No demasiado.
¿Te deja pensando? Muchísimo.

Y al final lo que más me gustó fue eso: que detrás del misterio había una historia sobre culpa, memoria y lo difícil que es perdonarte cuando eras niño.

te gustará este libro si:

  • te gustan los thrillers con más nostalgia que sustos
  • te atraen las historias donde lo paranormal se mezcla con la duda de si todo está en la cabeza
  • todavía recuerdas con nudo en la garganta a tus amigos de la infancia y las promesas que nunca se cumplieron